Nº 4 ~

Pelota de lino y cordel

Egipto, 2686-2345 a.C.

Bristol Museum and Art Gallery

Al pensar en posibles candidatos para mi cuarto retrato, muy pronto decidí que sería una pelota: un elemento básico de cualquier baúl de juguetes y un objeto de disfrute universal para niños y adultos. Las pelotas son idóneas para el juego; ruedan, giran, son aerodinámicas, y si tienen el tamaño adecuado, caben perfectamente en una palma ahuecada. También son formas que se encuentran en la naturaleza (frutos, guijarros, piedras) y son fáciles de fabricar a partir de cosas que tenemos a mano; unos calcetines enrollados nos pueden servir muy bien como pelotas para malabares.

Decidí mirar al pasado. Al inicio me decanté por unas pelotas del Antiguo Egipto expuestas en el Metropolitan Museum, que datan de 1550–1295 a.C. y miden unos 7 cm de diámetro. Me atrajo especialmente la costura y su forma regular y uniforme, y me interesó adentrarme en el mundo de los juegos egipcios. Algunos murales en tumbas egipcias incluyen escenas de deportes y juegos con pelotas: tenían juegos que se parecían al balonmano o al hockey (de ahí probablemente la forma tan regular de esas pelotas en el Metropolitan Museum), y existen representaciones de niñas haciendo malabares. Los murales del yacimiento arqueológico de Beni Hassan son un buen punto de referencia para este tema; en la actualidad estos murales se están volviendo a documentar y registrar, de forma cuidadosa y precisa (más información sobre el proyecto aquí).

Tras haber explorado en mayor detalle varios ejemplos de pelotas en Antiguo Egipto, escogí esta humilde pelota de lino y cordel, expuesta en el Bristol Museum and Art Gallery. Fue encontrada en la tumba 518 de la necrópolis de Tarkhan (a unos 50 km de Cairo), un yacimiento del Periodo Dinástico Temprano excavado en dos temporadas por Flinders Petrie y su equipo en 1911 y 1912. Este artículo de blog escrito por la conservadora Sue Giles también es interesante de leer. No he encontrado ninguna mención de las dimensiones exactas de la pelota, pero Giles dice que puede sostenerla en la mano, y sugiere que el niño o la niña (ella se decanta por niña, ya que solían representar más a las niñas jugando con pelotas) puede haber jugado con ella lanzándola, o incluso haciendo malabares con otras pelotas. Estos detalles nos dan una idea del tamaño.

Lo primero que hice fue empezar por el principio, y consultar los informes originales de Flinders Petrie para averiguar si existía alguna otra información disponible acerca de este objeto. Encontré tres referencias.

Una de ellas es la leyenda de una lámina fotográfica: “Lámina X. Pelota de lino atada con cordel, para que juegue un niño, Tumba 518, S.D. 80”. La lámina incluye la fotografía original de la pelota (p. 71 de la reproducción del informe).

La segunda referencia que encontré afirma “En la Nº. 518, fue descubierta una pelota, hecha de lino y atada en varios lugares con fibra de palmera (Tarkhan I, x, 8). La tumba era de una joven mujer y un/a niño/a acostado/a a su lado, a quien claramente pertenecía el objeto de juego.”

La tercera referencia dice “Nº 518 – Sobre los huesos, se encontró una pelota hecha de una masa apretada de lino, atada con cordel de fibra (Tarkhan I, x, 8)”. También se hace referencia a la condición de las tumbas: “Tres tumbas (nº. 225, 518 y 555) habían sido perturbadas, la posición de los cuerpos por tanto no podía establecerse […] el resto no habían sido tocadas, y la posición [de los cuerpos] era siempre contraída y acostada sobre el lado izquierdo.”

A medida que fui aprendiendo más sobre este yacimiento, vi que la pelota era originaria de la misma necrópolis que el vestido de Tarkhan, el vestido más antiguo encontrado hasta ahora. El informe de 1913 de Petrie incluye una descripción detallada de un fardo de lino encontrado en la tumba 1050, en la que habla sobre el tipo de tejido y la textura de cada pieza, pero no menciona ninguna prenda. El vestido quedó sin descubrirse hasta 1977, cuando el fardo llegó a las manos de expertos del taller de conservación textil del Victoria & Albert Museum, quienes vieron que este no era un trozo de lino cualquiera. Mirar el vestido me ayudó a situarme un poco más e imaginar a nuestra pelota en su contexto. También me hice una mejor idea cuando, tras haber mirado la lista de museos que tenían material de Tarkhan, vi que el British Museum tiene varios artefactos e incluso esqueletos en sus ataúdes que provienen del mismo yacimiento.

Escogí esta pelota para mi retrato porque es precisamente un plaything – una cosa con la que jugar. Puede que sea de Antiguo Egipto y tenga unos 4500 años, pero como pieza de tela atada con un cordel, este objeto sencillo y humano transciende tiempos y lugares. También me gusta que haya sido confeccionada intencionadamente – esculpida, incluso – de forma táctil o instintiva. Ata ese nudo un poco más fuerte aquí, mete bien ese pliegue de lino para que no sobresalga: así, ¡mira qué pelota más buena!

Imagino unas manos hábiles tirando del cordel, apretando los nudos, deshaciendo y volviendo a atar con pulgares e índices, dándole vueltas a la pelota para redondearla. Acércate un poco más. Esos dedos, ¿son suaves o ásperos? ¿Tienen pequeños pellejos que se van enganchando en el tejido del lino? ¿Cómo son las uñas? Si una foto capta un instante, los objetos como éste captan y retienen sucesiones de pequeños movimientos que tuvieron lugar en días comunes y corrientes del pasado. Cada nudo que dibujo es un repaso pausado de cada flexión de nudillo que hicieron esos dedos.

La niña lanza la pelota al aire por primera, segunda, y centésima vez; cada vez que no consigue cogerla, la pelota cae suavemente al suelo, con un golpecito que apenas se oye.

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